La actividad física regular es una de las cosas más importantes que puede hacer por su salud. Estar físicamente activo puede mejorar la salud de su cerebro, ayudar a controlar el peso, reducir el riesgo de enfermedades, fortalecer los huesos y los músculos y mejorar su capacidad para realizar las actividades cotidianas.
Los adultos que son menos sedentarios y realizan cualquier cantidad de actividad física de moderada a intensa obtienen algunos beneficios para la salud. Sólo unas pocas opciones de estilo de vida tienen un impacto tan grande en su salud como la actividad física.
Todo el mundo puede experimentar los beneficios de la actividad física para la salud: no importan la edad, el fisico o las capacidades.
Cuando el hambre sobreviene en la oficina, es útil estar preparado para mantener las metas nutricionales, sin desviaciones.
Almorzar (o cenar, según el horario) durante la jornada laboral es un hecho para la mayoría de las personas. Probablemente los refrigerios también formen parte de la rutina de la oficina.
Descansos saludables
Cuando llegue el momento de tomar un café, manténgalo simple sin agregar demasiados ingredientes adicionales ni calorías a la taza de café. Trate de limitar el azúcar agregada a 1 cucharadita por taza.
Preparar un almuerzo
Llevar su propio almuerzo a la oficina evita la preocupación de buscar opciones saludables cuando se sale a comer.
A veces, el ritmo de la vida moderna apenas da tiempo para detenerse y descansar.
Pero dormir es tan importante para una buena salud como la dieta y el ejercicio. Dormir bien mejora el rendimiento cerebral, el estado de ánimo y la salud.
No dormir lo suficiente o un descanso deficiente, comúnmente aumenta el riesgo de sufrir muchas enfermedades y trastornos. Estos van desde enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares hasta obesidad e, incluso, demencia.
Dormir bien implica mucho más que solo las horas que se pasan en la cama, dice la Dra. Marishka Brown, experta en sueño. “Un sueño saludable abarca tres cosas principales”, explica. “Una es cuánto duermes. Otra es la calidad del sueño: tener un sueño reparador e ininterrumpido. El último es un horario de sueño constante”.
La actitud es la manera en que nosotros mismos –de manera personal– decidimos enfrentar al mundo. Es una capacidad propia del ser humano para afrontar la vida y los retos que nos presenta, en el día a día.
Según estudios de la Universidad de Harvard, las personas con buena actitud tienen una mejor visión de la vida y, por lo tanto, son mas sanas.
La probabilidad de padecer problemas cardiovasculares es menor, así como también se reduce la posibilidad de padecer desequilibrios mentales, estrés o depresión.
La felicidad depende en gran medida de la conducta que elijamos para afrontar la vida. Se estima que las personas con buen talante viven entre ocho y diez años más que los demás.
Para las personas la convivencia y conexión con otros seres humanos –es decir, la interrelación social– es vital.
Datos científicos indican que el aislamiento social causa daño a la salud física, incluso aumentan un 29% de probabilidad de muerte prematura.
El aislamiento social se relaciona con un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiacas, diabetes, ansiedad y depresión. La soledad y el aislamiento social representan un importante riesgo para la salud que pueden afectar a jóvenes, adultos y adultos mayores.
La disposición a establecer relaciones sociales y tener contacto físico, nos ayuda a ser más felices. Asimismo, se ha demostrado científicamente que la compañía aporta grandes beneficios a nuestra salud física y mental: minimiza el riesgo de demencia y enfermedades mentales, reduce los síntomas de la depresión y contribuye a una vida sin estrés y con actitud más positiva. Además, protege la salud cardiovascular.